Fundación Ana Valdivia Niños con parálisis cerebral
En qué consiste la intervención psicológica
La psicología clínica, entendida como aquella rama de la psicología dirigida a resolver los problemas psicológicos de las personas y dotarles de estrategias y herramientas para superar sus dificultades, es sumamente importante cuando una persona o su entorno percibe que existe un problema y quieren modificarlo.
En ocasiones es la propia persona quien advierte que su comportamiento o sus pensamientos o sus emociones no son las adecuadas. En otras ocasiones son personas relevantes de su entorno, ya sea su familia o personas con las que está en contacto de manera más o menos frecuente, las que se dan cuenta de que es necesario recibir ayuda. También es cierto que esos cambios pueden verse favorecidos o bien por la intervención directa con la persona que tiene las dificultades o bien por la intervención que se hace con las personas del entorno que de manera indirecta pueden favorecer un cambio de comportamiento.
El papel del psicólogo/a
El psicólogo es un mero facilitador, una guía para conseguir esos cambios. Sin la implicación de la persona que presenta las dificultades o del entorno a través del cual se conseguirán los cambios, la terapia psicológica no es eficaz, factible ni deseable.
Todo cambio requiere de esfuerzo, y en este caso aún más, puesto que la persona o su entorno ha intentado cualquier cosa para mejorar y superar las dificultades, sin éxito. Y es normal haberlo intentado previamente y seguir intentándolo. De hecho, la mayor parte de las personas que acuden a terapia (o de las familias que solicitan atención para un familiar) han probado diferentes métodos que han creído oportunos, que han escuchado, que han leído… y ya no pueden hacer más, se han agotado sus ideas, no ha funcionado… Están desesperados, en ocasiones; y en otras consideran que el problema no tiene solución. Y es lógico, si has intentado de todo y ves que no hay resultados, lo razonable es pensar que no tiene solución. Nada más lejos de la realidad.
Esfuerzo y tiempo: los cambios no son inmediatos
El papel del psicólogo es fundamental entonces, pero todo cambio requiere, además de esfuerzo, tiempo. Necesariamente hay que contar con que los cambios no son inmediatos, y es absurdo pensarlo cuando se ha intentado cambiar un comportamiento durante años o meses sin éxito, y se pretende resolver en una sesión con el psicólogo. El cambio es relativamente lento, puesto que hay que aprender otra manera de funcionar y de gestionar las situaciones.La intervención psicológica es eficaz, sin duda, siempre que la persona o el entorno estén motivados por el cambio; siempre que haya esfuerzo por su parte; y siempre que se tenga en cuenta que el cambio requiere tiempo para que la persona o su entorno adquieran nuevas habilidades y estrategias, así como para mantener esos cambios en el tiempo.
Carla Morales, Psicóloga de la Fundación Ana Valdivia
