¿A quién no le apetece irse con los amigos a tomarse algo a una terraza con el buen tiempo que hace? ¿Quién puede negarse a quedar con la familia para celebrar algún acontecimiento importante? En nuestro país, la mayoría de relaciones sociales las realizamos alrededor de la mesa. Por eso, cuando la deglución se ve afectada, también repercute en nuestra vida social.
La disfagia, un problema muy común
El pasado 6 de marzo, día europeo de la Logopedia, fue elegida la disfagia como tema principal con el fin de concienciar y dar a conocer este problema tan común en nuestra sociedad actual. Podríamos definir disfagia como “problema para tragar”, aunque éste vaya más allá. En realidad, el proceso de deglución es muy complejo, implicando desde factores sensoriales (olfato, gusto, tacto, visión,…) hasta aspecto tanto anatómicos (labios, dientes, lengua, velo del paladar,…) como funcionales (músculos implicados y reflejos necesarios). Todo ello, coordinado, permite que la deglución sea tanto eficiente (nos permite nutrirnos e hidratarnos) como segura (evita aspiraciones).
Formándonos para atender a nuestros chicos y chicas
Pero todos sabemos que nuestros chicos y chicas no siempre “se alimentan así”. Nos encontramos con alteraciones sensoriales, estructurales y funcionales que de forma directa o indirecta influyen a lo largo de este proceso, alterando la eficacia y/o la seguridad. Por ello, desde la Fundación Ana Valdivia se ha promovido una formación específica a los voluntarios y monitores para poder atender de mejor manera a nuestros chicos y chicas durante las actividades de ocio, campamentos,…
Tras la asistencia al curso «La deglución en Parálisis Cerebral y trastornos afines», no solo han aprendido qué es la disfagia, qué peligros conlleva y cómo adaptar el entorno, sino que por un momento se han podido poner en su piel experimentando diferentes posturas y sensaciones: posturas asimétricas, ingesta de alimentos sin poder masticar, líquidos de diferentes texturas, la diferencia de beber con un vaso a una pajita,… Así, desde su propia experiencia podrán tener en cuenta estas adaptaciones para que nuestros chicos y chicas tengan siempre la mejor deglución con la mejor compañía.
Paloma Navas, Logopeda de la Fundación Ana Valdivia